En los últimos cinco años, muchos fabricantes de electrónica se han desplazado a México debido a sus sólidos acuerdos comerciales, a los bajos costos empresariales y a la proximidad geográfica con los Estados Unidos. A la luz del reciente brote de coronavirus en China, el near-shoring está teniendo otro aumento exponencial con los fabricantes de equipos originales (OEM) que ya no pueden soportar otro impacto en sus resultados. Mientras estaba en
APEX en San Diego, tuve varias conversaciones con clientes y socios que están pidiendo activamente cotización a un nuevo fabricante o bien ya comenzaron a trasladar su producción a un fabricante en la región de México.
Esta tendencia de deslocalización cercana o "near-shoring" es escogida por empresas importantes como Samsung, Foxconn, Sharp, Intel, y muchas más. Al tiempo que estos fabricantes de Nivel I y Nivel II invierten miles de millones de dólares en el mercado de fabricación de electrónica mexicano, también están cambiando la cultura en términos de exigencias de fabricación, levantando la vara del tipo de capacidades que esperan de sus proveedores. No pueden arriesgarse a tener
defectos generalizados que generen grandes retiros del mercado de alguno de sus productos, por lo que tienden a elegir fabricantes mexicanos que puedan ofrecer y corroborar la rastreabilidad detallada.
He visto personalmente un aumento directo en proveedores mexicanos de OEM (Fabricantes de Equipos Originales) y EMS (Servicios de Fabricación de Productos Electrónicos) pidiendo información y cotizaciones de rastreabilidad para una solución de rastreabilidad. En la economía dinámica de México, muchos de los clientes con sede en México están pidiendo rastreabilidad no solo para satisfacer los requerimientos de sus clientes, sino también para proteger la longevidad de sus negocios. La rotación de empleados es alta. Con el auge de la economía de fabricación, los postulantes a trabajos tienen más y más opciones – el establecimiento de plantas se está expandiendo, nuevas plantas abren todos los días, y todos compiten por talentos en la misma alberca.
Para garantizar un funcionamiento diario sin problemas uno debe saber exactamente cómo fueron fabricados sus productos, y la solución de rastreabilidad correcta genera una "única fuente de verdad" de lo que le sucedió a los productos durante la producción. Para simplificar, lo llamamos Verdad (con la V en mayúsculas). Con el sistema apropiado definiendo la Verdad de la producción, ya no importa si Julián, un empleado con una antigüedad de 5 años, o Enrique, contratado hace un mes, está haciendo funcionar la línea. La Verdad queda automáticamente registrada en el sistema para futura referencia, de manera que uno pueda saber qué sucedió en el caso de una falla o devolución, o si se necesita retirar un producto del mercado.